Dra. Amanda Reitenbach
¿Cómo entró en la industria cervecera? ¿Por qué le importa la cerveza?
Comencé mi andadura en la industria cervecera desde una perspectiva científica, centrada inicialmente en la producción de conocimientos científicos. Con el tiempo, mi camino se desvió hacia la ciencia, la tecnología y la educación, especialmente en el ámbito de las ciencias sensoriales. Para mí, la cerveza significa la oportunidad de compartir y aplicar conocimientos basados en pruebas, contribuyendo a la evolución y transformación tanto de la sociedad como de la cultura cervecera. La industria cervecera, con su complejidad y diversidad, ofrece una plataforma fascinante para la exploración, la innovación y la búsqueda de la excelencia. Sirve de punto de fusión entre la ciencia y la artesanía, la tradición y la innovación, y el arte y la precisión. La cerveza es importante porque va más allá de ser una mera bebida; encarna un rico tapiz de historia, cultura y artesanía. La cerveza me importa porque representa un mundo dinámico en el que la ciencia y la cultura convergen para dar forma a un paisaje vibrante y en constante evolución. A través de mi participación en la industria cervecera, he sido testigo del poder del conocimiento para mejorar la calidad de la cerveza, enriquecer las experiencias de los consumidores y fomentar una comunidad apasionada. No es sólo una bebida; es un catalizador para aprender, compartir y forjar conexiones significativas.
¿Por qué participa como juez en la Copa Mundial de la Cerveza? ¿Qué significa para usted ser jurado en la Copa Mundial de la Cerveza?
Juzgar en la Copa Mundial de la Cerveza tiene un valor significativo para mí en múltiples frentes. En primer lugar, es una plataforma inestimable para perfeccionar y refrescar mis habilidades sensoriales. Evaluar una amplia gama de cervezas pone a prueba mi paladar y me permite mantenerme a la vanguardia de la evaluación sensorial. Es un proceso de aprendizaje continuo que me mantiene alerta e informado sobre las tendencias cerveceras mundiales. En segundo lugar, participar en la Copa Mundial de la Cerveza es una oportunidad extraordinaria para establecer contactos internacionales. Es una oportunidad para reunirse con compañeros de profesión, forjar nuevas conexiones y participar en intercambios culturales. La camaradería entre los jueces y el intercambio de ideas son aspectos impagables de esta experiencia. Además, juzgar en la Copa Mundial de la Cerveza ofrece una ventana única al panorama cervecero mundial. Es fascinante ser testigo de la evolución del mercado de la cerveza en distintos países y continentes. Proporciona información valiosa sobre los estilos emergentes, las técnicas innovadoras y las preferencias siempre cambiantes de los consumidores de todo el mundo. Juzgar en la Copa Mundial de la Cerveza no es sólo evaluar cervezas; es un viaje inmersivo de exploración sensorial, camaradería profesional y descubrimiento global de la cerveza. Me mantiene apasionado, informado y profundamente conectado con el vibrante mundo de la elaboración de cerveza.