Wolfgang Lindell
¿Cómo entró en la industria cervecera? ¿Por qué le importa la cerveza?
Teniendo raíces alemanas, es justo decir que siempre hemos celebrado la cultura de la cerveza. Mi principal lugar de reunión en la universidad era un bar cervecero en los años noventa y me inspiró mucho ver al cervecero trabajando con el oficio. También me interesó cómo la tecnología puede oscurecer la realidad, por lo que busqué disciplinas que me mantuvieran conectado a tierra con el mundo que nos rodea. Hice prácticas en una maltería, me licencié en ciencias naturales y, con el tiempo, seguí trabajando en el sector y asistí a la escuela de fabricación de cerveza, convirtiéndome en maestro cervecero en 2006. La cerveza y la elaboración de cerveza me importan porque son a la vez un arte y una ciencia, una conexión directa con el mundo natural, con las materias primas agrícolas, con la cultura y la historia, y con las personas. Todos necesitamos el sustento diario de la comida y la bebida, así que es estupendo formar parte del viaje común de la humanidad.
¿Por qué participa como juez en la Copa Mundial de la Cerveza? ¿Qué significa para usted ser jurado en la Copa Mundial de la Cerveza?
Después de trabajar 20 años en el sector, es estupendo poder devolver algo. La comunidad de la cerveza está viva y es fuerte, y tenemos que cuidar de los nuestros y reconocer y fomentar la excelencia. También es estupendo estar con otros colegas inspirados, lo que permite un buen debate e iluminación sobre la situación actual de nuestra industria.